¿QUÉ ES EDUCAR?
Fernando
Sabater, en el “Valor de educar”,pretende iniciar a todos los
lectores en la filosofia de la educación, obligar a hacer incapié
sólo en aquello que realmente lo prescinde.
En
las escuelas se enseñan muchas cosas pero no se aprende a pensar,
los maestros en su gran mayoría consciente o inconscientemente se
encargan de sobresaturar a los alumnos de información, sin dejar
espacio de indagación a los discentes, limitando la creatividad y
espontaneidad, impidiéndoles de forma indirecta tanto el
descubrimiento de sus inquietudes como el método más eficaz de
enseñanza, que por supuesto dependiendo el sujeto con el que
trabajemos resultará más eficaz uno u otro.
El
trabajo de los maestros debería enfocarse a a des-+pertar el interés
de los alumnos, teniendo siempre presente que “El
niño no es una botella que hay que llenar, sino un fuego que es
preciso encender” como
bien nos muestra Montaigne en varios de los ensayos ya publicados en
los cuales se sugieren formas más inteligentes y menos absurdas por
lo que hace al modo de enseñanza respecta.
Si
fijamos nuestra atención en los comienzos de la educación,
encontramos ya la infravaloración del trabajo de los maestros,
debería desaparecer el pesimismo educativo, confiar en los
educadores, pensar que cada docente ejerce su labor centrándose en
las deficiencias educativas que ha poseído y que su principal
objetivo será no cometer los mismos errores que sí se dieron en el
proceso educativo que el mismo recibió. Por muy malo que pueda ser
cualquier proceso educativo siempre será mejor que la inexistencia
de éste, así que según mi punto de vista educación y optimismo
deberían ser los mejores amigos, teniendo en cuenta que este largo
proceso implica valor por parte del docente y valentía por parte del
discente.
Para
el psicólogo norteamericano Jerome S. Bruner: “si
no hay atribución de ignorancia tampoco habrá esfuerzo para
enseñar”.
El
hombre no es sólo un ser biológico sino ante todo un ser cultural,
para asimilar esta cultura es necesaria la educación. Las escuelas
ayudan a la socialización de los niños, a la adquisición de
conocimientos y al desarrollo de las destrezas básicas que les
permitirán desenvolverse con éxito ante situaciones diversas.
En
conclusión, el hombre es capaz de aprender de sus propias
experiencias, pero si hiciésemos referencia solamente a esta forma
de aprendizaje nunca podríamos llegar a alcanzar nuestras máximas
posibilidades por lo que al conocimiento respecta. Para ello, tiene
un papel fundamental el carácter interactivo de la vida social, el
intercambio de opiniones, mostrar interés ante otros puntos de vista
desde los cuales afrontar un determinado reto... Es entones cuando se
hace referencia a la socialización, proceso llevado a cabo por un
conjunto de semejantes, hay tantas formas de ver las cosas como
sujetos existen en el mundo.